Hepatitis C

La Hepatitis C representa en el momento actual, un problema serio en medicina. Con la identificación del virus C y la detección de anticuerpos en los donantes de sangre pareció que se podría resolver la cuestión de la Hepatitis Post Transfusional. Si bien, en cierto modo esto ha ocurrido, en el curso de los años se ha podido observar que la incidencia general de la Hepatitis C, no declina en la forma esperada, debido a que se ha demostrado la existencia de otras formas de su diseminación, muchas aún no bien comprendidas y algunas aún controversiales, como la sexual, y que además existe un importante porcentaje de casos en los que no es posible determinar la vía de contagio. Este problema de la prevalencia aún persistente, no sería tan serio si de otro lado no se tuvieran las siguientes observaciones de los últimos años: el mayor porcentaje de casos va a la cronicidad y de éstos un número evoluciona hacia la cirrosis hepática o al carcinoma hepatocelular; se puede portar el virus por muchos años, sin ninguna manifestación clínica; el esquema de tratamiento disponible no es efectivo en el 100% de casos y tiene un elevado costo para poder ser aplicado en forma masiva, por lo que se tiene la esperanza del desarrollo de una vacuna.

Desde el momento en que fue posible identificar la infección por los virus de la Hepatitis A y B, se observó que muchos casos de Hepatitis Aguda eran causados por otro u otros agentes diferentes, por lo que a éstas se les denominó "Hepatitis No ANo B".

Aplicando técnicas y conceptos de Biología Molecular en el estudio de sueros de chimpancés que se sabía llevaban la infección post transfusional de Hepatitis No A No B, se reconoció a otro agente viral que sería una de las causas de la Hepatitis No A No B (Virus C) (1, 2) . La continua búsqueda de los otros factores etiológicos ha permitido identificar los virus de la Hepatitis D, E, G, habiendo otros en etapa de reconocimiento X.

Se ha podido establecer que la Hepatitis C es la principal causa de Hepatitis Post Transfusional y el disponerse de pruebas para la determinación de anticuerpos al Virus C, ha hecho que disminuya la frecuencia de la Hepatitis C Post Transfusional como ha sucedido con la Hepatitis B (1, 2,3). Sin embargo, aunque la frecuencia de Hepatitis C Post Transfusional ha disminuido por esta razón de control de los donantes de sangre, la frecuencia global permanece invariable, debido sobre todo al (2,4) incremento de otras formas de transmisión.

Hasta el momento se estima en 170 millones de personas el número de infectados Por el virus de la Hepatitis C (3).

Se ha identicado 6 genotipos, siendo los más prevalentes a nivel mundial los genotipos la y lb. Lamentablemente dichos genotipos se encuentran asociados a una menor respuesta al tratamiento antiviral. En adición, una de las principales características del virus de la hepatitis C es su enorme capacidad mutante, pudiendo existir bajo un sin número de formas dentro del mismo genotipo y en un mismo individuo, dando lugar al concepto de cuasiespecies. Es precisamente por este motivo que no existe un anticuerpo neutralizante efectivo, como ocurre en el caso de las hepatitis virales A y B (3).

No hay indicios de cuando o como el virus de la Hepatitis C infectó primero al ser humano y aparentemente no hay otras especies que sirvan de reservorio natural al Virus (3,4).

La evidencia acumulada en los últimos años indica que el sistema inmunológico en el 15 al 25% de personas infectadas con el Virus C, se encarga de autolimitar la infección inicial y eliminarla del torrente sanguíneo. Los restantes 75 al 85% desarrollarán una infección crónica y de éstos 1 al 5% desarrollarán un carcinoma hepatocelular. La severidad de las infección varía grandemente de persona a persona, no disponiéndose al momento actual de indicadores conflables que permitan predecir el tipo de enfermedad que desarrollará la persona infectada. El consumo de alcohol puede incrementar el riesgo de enfermedad progresiva. En el curso crónico de la Hepatitis C pueden no haber síntomas pormuchos años(3).

En cuanto al tratamiento, en el pasado las personas infectadas con el Virus de la Hepatitis C tenían sólo una alternativa de tratamiento: Interferón, un mensajero químico producido naturalmente por el sistema inmune. Con esta terapia se conseguía eliminar el virus en un 20% de casos. Sin embargo, últimamente se han observado resultados promisores combinando el Interferón con la Ribavirina, una droga antiviral. Estos tratamientos son de elevado costo, por lo que su aplicación resulta limitada a un sector económico de la población. Un estudio reciente ofrece una posible explicación de por qué algunas cepas del Virus C son más resistentes al Interferón (3) que otras .

Por las razones expuestas, resulta crucial el desarrollo de una vacuna.

En este simposium se analiza y discute en detalle las características del Virus C, sus formas de diseminación, el cuadro clínico y patología de la Hepatitis C, así como los esquemas de tratamiento y su posible mecanismo de acción.

Dr. Alberto Ramirez Ramos
Vicerrector de Investigación Universidad Pcruana Cayetano Heredia

Bibliografía

1. Harrison. Principios de Medicina Interna 13 Ed. Vol 11. Interamericana Mc Graw-Hill- 1994-1686.

2. Cecil. Tratado de Medicina Interna 19'Ed. Vol. I. Interamericana Mc Graw-Hill- 1994-892.

3. Cohen J. The Scientific Challenge of Hepatitis C. Science 1999; 285: 26-30.

4. Cantarell D., Marta G. Et Henri M. Comment Contracte-T-On L'Hepatite C?. Acta Gastroenterol6gica Latinoamericana 1998;28:219-225.