Estudio de discromatopsia en escolares y
su asociación con la deficiencia de vitamina A

Dres. John Ramírez Cuentas (*)
Diana Rodríguez Hurtado (**)
Blanca Alzamora Barrios (***)

Resumen

El propósito del presente estudio es determinar la frecuencia de discromatopsia en escolares de nuestra localidad y analizar la asociación entre el nivel deficiente de vitamina A y la alteración en la visión de colores. El presente trabajo es un estudio descriptivo de tipo transversal. Evaluamos un total de 39 niños del "Colegio San Rafael", del distrito de La Victoria, Lima - Perú durante el mes de Octubre del año 2002. Se estudió la percepción de colores a través del test de Platos Pseudoisocromáticos de Ishihara. Además, se determinó el nivel de vitamina A en los estudiantes (mediante la concentración sérica de retinol y a través de una encuesta sobre el consumo de alimentos ricos en vitamina A) y se analizó su relación con la presencia de discromatopsias. La frecuencia de discromatopsia en el presente estudio fue de 5.13% (2 pacientes), siendo el 100% de los casos de sexo masculino. También se encontró que el 15.38% (6 pacientes) presentaban niveles deficientes de retinol sérico (<20 ug/dL); mientras que el 64.10% (25 pacientes) presentaban consumo insuficiente de alimentos ricos en vitamina A. No se encontró asociación estadísticamente significativa entre el nivel deficiente de vitamina A y presencia de discromatopsia. Sin embargo, será de gran utilidad realizar un diagnóstico precoz de las alteraciones visuales y estudiar de manera continua el estado nutricional en los niños para evitar complicaciones no deseadas en el futuro.

Palabras clave: Discromatopsias, test de los Platos Pseudoisocromáticos de Ishihara, vitamina A, retinol sérico.

Summary

To determine the frequency of dyschromatopsia in school children of our city and to analyse the asociation between the deficient level of vitamin A and the alteration in the color vision. This is a descriptive cross sectional study. We included 39 children of the "Colegio San Rafael", La Victoria, Lima-Perú, during October 2002. Patient were evaluated through the Ishihara Pseudoisocromatics Plate Test for to study the color perceptions. We determine the level of vitamin A of the students (asking for the consumption of foods with vitamin A and measuring the serum level of retinol) and its asociation with the presence of dyschromatopsia. The frequency of dyschromatopsia was 5.13% (2 patients). Males comprised 100% of the patients with alteration of the color vision. We found a frecuency of 15.38% (6 patients) for deficient levels of serum retinol (<20ug/dL) and 64.10% for the inadequate consumption of foods with vitamin A. There was not significant statistical asociation between the deficient level of vitamin A and the presence of dyschromatopsia. However, it is important the precocious diagnosis of the visual alterations and the permanent evaluation of the nutritional state in the chidren for to avoid an adverse consequence in the future.

Key words: Dyschromatopsia, Ishihara pseudoisocromatics plate test, vitamin A, serum retinol.

Introducción

La discromatopsia hace referencia a una anormalidad en la percepción de colores. Es denominada comúnmente daltonismo, después que John Dalton (1794) describiera el defecto visual de colores en él y su familia. La frecuencia de esta patología es de aproximadamente 7% en varones y de 0.5% en mujeres. Su etiología puede ser congénita o adquirida (1, 2). La discromatopsia congénita es la más frecuente alteración de la visión de color, siendo resultado de una ausencia congénita o alteración en uno o más de los fotopigmentos de los conos.

La discromatopsia adquirida se presenta en enfermedades de retina, nervio óptico, por causas tóxicas (drogas, alcohol y tabaco) y por resultado de la progresión de una enfermedad hereditaria (retinitis pigmentosa y atrofia óptica). Así mismo, diversos autores han señalado que la discromatopsia puede ser causada por trastornos de la nutrición, particularmente la hipovitaminosis A (3-5). Las razones son poco claras y no han sido bien establecidas; sin embargo, dichos autores han demostrado que un incremento en la concentración de aminoácidos (semiesenciales y esenciales), micronutrientes y vitaminas lleva a una recuperación del estado visual en pacientes desnutridos. En tal sentido, realizamos el presente trabajo, con la finalidad de determinar la frecuencia de discromatopsia en escolares de nuestra localidad, pues se hace necesario un diagnóstico temprano de esta patología, a fin que las personas afectadas puedan ser educadas para que sus expectativas no sean frustradas. Así mismo, se estudiará el estado nutricional de los niños (mediante el nivel de consumo de alimentos ricos en vitamina A y la medición de retinol sérico) y se analizará su relación con la presencia de discromatopsias.

Material y métodos

Se realizó un estudio de tipo descriptivo-transversal en 39 escolares del centro educativo San Rafael del distrito de La Victoria, Lima-Perú. El rango de edad estuvo entre los 5 y 8 años. El estudio se realizó durante el mes de Octubre del año 2002 y se llevó a cabo mediante la evaluación de percepción de colores dentro del examen oftalmológico general que consistió en el examen externo, medición de la agudeza visual y oftalmoscopía directa. El examen ocular externo se realizó mediante la observación clínica y lámpara de hendidura. La agudeza visual mediante la cartilla de Snellen, ubicando al paciente a de 6 metros de distancia de ésta, examinando ojo por ojo. Para el estudio de fondo de ojo se usó el oftalmoscopio directo. En la evaluación de la percepción de colores se usó el test de los Platos Pseudoisocromáticos de Ishihara, que consiste en una serie de puntos agrupados de varios colores y tamaños. Dichos puntos están estratégicamente dispuestos en patrones de varios matices. La distinción entre ellos es rápidamente leída por una persona normal, pero no puede ser realizado por alguien con defecto en la visión de colores. Para la realización del test se coloca al examinado a una distancia de 75 centímetros.

En un plano que hace ángulo recto con su línea de visión, en un ambiente con iluminación adecuada, se solicita al examinado la lectura de los Platos hasta un tiempo de 3 segundos por cada uno, en un total de 21 Platos. Se considera como Discromatopsia a los pacientes que tienen más de 4 errores en la lectura de los Platos Pseudoisocromáticos.

Para establecer el nivel de vitamina A en los estudiantes, se realizó una encuesta (para determinar el tipo de alimentación que recibían los niños y el predominio de dichos alimentos en la dieta diaria) y se tomó una muestra de sangre para hallar el nivel de retinol sérico y evidenciar si existía deficiencia subclínica de vitamina A.

Los datos obtenidos a partir de los registros individuales de los sujetos de estudio fueron precodificados para su ingreso a una base de datos y procesados en una unidad de cómputo. Los resultados del estudio fueron incluidos al sistema, usando el programa de Microsoft Excel, para luego ser procesados por el programa estadístico Epi Info versión 6.0. Finalmente, para evidenciar si existía asociación estadísticamente significativa entre los indicadores estudiados, se usó el Análisis de Varianza. Para el presente estudio se tomó como variable dependiente a la presencia de discromatopsia, siendo consideradas como variables independientes: nivel de consumo insuficiente de vitamina A (según encuesta alimentaria) y nivel deficiente de retinol sérico.

Resultados

Se evaluaron 39 niños de un centro educativo, de los cuales 22 (56.41%) fueron mujeres y 17 (43.59%) fueron varones (Figura 1). En cuanto a la distribución etárea de los niños evaluados, se encontró que 17 niños (43.59% del total de la población estudiada) tenían 8 años de edad; 9 niños (23.08%) tenían 7 años de edad; 5 niños (12.82%) tenían 6 años de edad y 8 niños (20.51%) tenían 5 años de edad (Figura 2).

Figura 1
Figura 1. Distribución según sexo en la población de estudio.
Colegio "San Rafael". La Victoria. Lima-Perú. Octubre 2002.

Figura 2
Figura 2. Distribución según edad en la población de estudio.
Colegio "San Rafael". La Victoria. Lima-Perú. Octubre 2002.

Se halló en el examen de discriminación de colores un total de 2 niños (5.13%) con discromatopsia, siendo el 100% del sexo masculino (Figura 3). El intervalo de confianza al 95% se encontraba entre 0 - 12.07%.

Figura 3
Figura 3. Frecuencia de discromatopsia en la población de estudio. Colegio "San Rafael". La Victoria. Lima-Perú. Octubre 2002.

La frecuencia de discromatopsia según sexo fue de 11.76% en el sexo masculino y de 0% en el sexo femenino (Figura 4). Para la evaluación del tipo de discromatopsia, la lectura de los Platos con los N°35 y 96 mostró 2 pacientes (100% del total de niños con alteración en la visión de colores) que sugieren deuteranopia (deficiencia rojo-verde por pérdida de pigmento sensible al verde). Ningún paciente presentó antecedente familiar de discromatopsia y no hubo alteración en la medición de agudeza visual, en el examen ocular externo ni en la oftalmoscopía directa en los niños con discromatopsia.

Figura 4
Figura 4. Frecuencia de discromatopsia en el sexo masculino. Colegio "San Rafael". La Victoria. Lima-Perú. Octubre 2002.

Cuando se evaluó el estado nutricional, se encontró que 25 niños (64.10% del total de niños) presentaron un nivel deficiente de adecuación de vitamina A (es decir, no llegaron ha cubrir el 90% de los requerimientos diarios recomendados de vitamina A); mientras que 14 niños (35.90% del total de niños), presentaron un nivel aceptable de adecuación de vitamina A (es decir: llegaron ha cubrir el 90% o más de los requerimientos diarios recomendados de Vitamina A) (Figura 5). Por otro lado, se encontró que 6 niños (15.38% del total de la población estudiada) presentaron un nivel deficiente de retinol sérico (es decir menor a 20 ug/dL); mientras que 33 niños (84.62% del total) presentaron un nivel normal de retinol sérico (mayor a 20ug/dL) (Figura 6).

Figura 5
Figura 5. Nivel de consumo de alimentos ricos en vitamina A.
Colegio "San Rafael". La Victoria. Lima-Perú. Octubre 2002.

Figura 6
Figura 6. Nivel de retinol sérico en la población de estudio.
Colegio "San Rafael". La Victoria. Lima-Perú. Octubre 2002.

Ninguno de los pacientes con discromatopsia presentó valores deficientes de retinol sérico, ni tampoco tuvo niveles deficientes de adecuación de vitamina A. En tal sentido, cuando se realizó el Análisis de Varianza se evidenció que no existía asociación estadísticamente significativa entre las variables estudiadas.

Discusión

El sistema visual constituye un medio sumamente eficaz para la asimilación rápida de la información ambiental que ayuda a orientar nuestro comportamiento. En este contexto, la visión de colores es una de las más importantes facultades de la visión humana. La normal habilidad para discriminar el espectro de colores no es universal, ya que el hecho de que dos personas usen el nombre de un color del mismo modo no significa que su visión del color sea idéntica. En efecto, existe la posibilidad de presentarse anormalidades en la percepción de colores y cuando esto ocurre se habla de discromatopsia (6, 7).

En nuestro país, el conocimiento sobre la situación actual de la discromatopsia es limitado. Se cuenta con información de dos estudios realizados en Arequipa (1986) y en Lima (1999) en trabajadores de un centro minero y en postulantes a la Marina de Guerra del Perú. Sin embargo, no se tienen datos recientes sobre la frecuencia de anormalidades en la percepción de colores en niños de nuestra población. Por dicho motivo, realizamos el presente estudio en escolares, pues como sabemos, un diagnóstico temprano de la discromatopsia es sumamente importante para llevar una adecuada calidad de vida y para guiar una futura orientación profesional (8, 9).

En el presente trabajo, la frecuencia de discromatopsia fue de 5.13%, siendo el 100% del sexo masculino. Estos hallazgos son similares a estudios realizados en otros países (4, 6, 7, 10). Así, la frecuencia de discromatopsia en brasileños varía entre 3-9%; en Chile es de 5-10% y en México el rango es de 4-8%. Sin embargo, debe precisarse que se presentan variaciones de acuerdo al grupo étnico: 4.7% en afroamericanos, 3.9% en orientales y 5-8% en la raza blanca. Así mismo, en nativos del Congo, Uganda, aborígenes y esquimales, la frecuencia es mucho menor (alrededor del 1%), como consecuencia de la mayor mortalidad de estas razas, debido a que dicha patología, los hace susceptibles al consumo de alimentos venenosos por la confusión de colores (1, 11). Por otro lado, se debe señalar que la mayor afección del sexo masculino es explicada por el hecho de que el defecto es heredado, siendo transmitido como herencia recesiva ligada al cromosoma X, por lo que la mayoría de las mujeres que son portadoras del cromosoma X ligadas al defecto, tienen visión de colores normal (8, 12).

En nuestro estudio, la totalidad de pacientes con discromatopsia presentó una bilateralidad simétrica del defecto y el examen de los segmentos del ojo no mostró anormalidades, lo cual nos sugiere una etiología congénita del defecto en el 100% de los niños que presentaron alteración en la visión de colores. Estos hallazgos concuerdan con lo señalado por la literatura médica mundial, en donde se precisa que las discromatopsias congénitas son las más frecuentes y se presentan por alteraciones desde el nacimiento, son simétricas, no progresivas, no asociadas a enfermedades, ni exposición a sustancias tóxicas (como los plaguicidas); mientras que las discromatopsias adquiridas son asimétricas, progresivas y asociadas a signos y síntomas oftálmicos o de enfermedad neurológica o sistémica (como la diabetes mellitus y la cirrosis hepática) (2, 12).

Además, encontramos que el defecto congénito más frecuente fue deuteranopia, a diferencia de lo señalado por otros autores (1, 10, 12) quienes han evidenciado que el tipo más común de discromatopsia congénita es la protanopia (en la cual el individuo no puede discriminar entre los colores rojo y verde, debido a la pérdida del pigmento sensitivo al rojo), siendo menos frecuentes la deuteronopia (deficiencia rojo-verde que abarca pérdida de pigmento sensible al verde) y tritanopia (consiste en la confusión de los colores azul con amarillo).

Por otro lado, al realizar la evaluación del estado nutricional, se evidenció que existe un gran porcentaje de niños (64.10% del total de la población estudiada) con nivel de consumo insuficiente de alimentos ricos en vitamina A. Estos resultados confirman lo señalado por el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición del Perú, el cual ha precisado que dichos hallazgos se deben a que los niños con este rango de edad (5-8 años) consumen de manera habitual: leche, huevo, zanahoria y plátano de la Isla, que son alimentos que contienen un alto contenido de Vitamina A; sin embargo, presentan una aversión marcada a las verduras, así como a la carne y vísceras de animales: que son también alimentos que contienen un alta concentración de vitamina A. Por lo señalado anteriormente, se concluye, que si bien, los niños de 5-8 años consumen alimentos ricos en vitamina A, esta cantidad no es suficiente para cubrir sus requerimientos diarios. Además, debe considerarse que la mayoría de las familias concentran su preocupación en dar al niño un aporte nutricional con alimentos con alto potencial energético, lo cual le permite realizar sus actividades diarias con normalidad; sin embargo, no existe el interés, el conocimiento adecuado o la capacidad económica por parte de los padres de familia para brindar a sus hijos una ingesta equilibrada de alimentos que contengan la cantidad de nutrientes necesarios para cubrir sus requerimientos diarios (13, 14).

Así mismo, se encontró que 15.38% del total de niños estudiados presentaron niveles deficientes de retinol sérico. En torno a este punto, debe mencionarse que en diversos estudios poblacionales realizados en los Estados Unidos de Norteamérica, no más del 5% de la muestra de estudio, presentó niveles deficientes de retinol sérico. Por otra parte, cuando se realizaron trabajos de investigación en otros países, se encontró que cerca del 20% de las muestras de estudio presentaban niveles deficientes de retinol sérico.

En tal sentido, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, han señalado que para definir deficiencia de vitamina A como un problema de salud pública en un país, se debe tener un porcentaje mayor al 15% con niveles deficientes de retinol sérico (15, 16).

En el presente estudio, los niños que presentaron discromatopsia, no tuvieron alteraciones en la evaluación de agudeza visual (todos ellos presentaron una medida de 20/20) en el examen ocular externo ni en la oftalmoscopía directa. Así mismo, presentaron niveles normales de retinol sérico y de consumo de alimentos ricos en vitamina A. En tal sentido, cuando se realizó el Análisis de Varianza, se evidenció que no existía asociación estadísticamente significativa entre las variables estudiadas. Estos hallazgos son contrarios a lo señalado por Tershakovec, Adler, Stewart y Foulds, quienes han encontrado que la anormalidad en la percepción de colores está asociada a un déficit nutricional, fundamentalmente hipovitaminosis A, desconociéndose el fundamento fisiopatológico exacto (3, 4, 17).

Queremos finalizar señalando que la prevención y el diagnóstico precoz de las alteraciones visuales en el niño pueden prevenir secuelas importantes, que de no ser tratadas a tiempo, limitarían las perspectivas futuras del individuo y su desenvolvimiento dentro de una sociedad cada vez más exigente. Una de las medidas recomendadas a tomar en este sentido, es el despistaje y atención oportuna de los problemas visuales, así como una evaluación nutricional continua, lo que exige persuadir al personal de salud y a los padres de familia de la importancia que tiene una evaluación médica sencilla y regular.

Bibliografía

  1. Duane, T. Dyschromatopsia. Clinical Ophtalmology. Edit. Lippincott Company Philadelphia, 1991;2(7):22-3.
  2. Hart, W. Acquired dyschromatopsia. Survey of Ophtalmology 1987;32(1):10-31.
  3. Stewart, J; Foulds, WS. Acquired dyschromatopsia in vitamin A deficiency. Mod Prob Ophtalmol 1972;11:168-73.
  4. Adler, FH. Pruebas para el sentido de los colores. En: Oftalmología de Adler. Scheie H, Albert D. Editorial Interamericana, México D.F. 1972;448-50.
  5. Izquierdo, L; Flores, E. Los defectos visuales en los niños de edad escolar de nuestro medio. Revista Peruana de Oftalmología 1977;7(01):172-7.
  6. Martins, G; Bordaberry, M; Correa, Z. et al. Color vision in school-age children: assessment of a new test. J Pediatr (Río J) 2001;77(4):327-30.
  7. Sousa, A; Hertwig, R; Prevalence of dyschromatopsia among academics of a university. Rev. bras. oftalmol. 2000;59:667-73.
  8. Flores, RA; Swayne, R; Sánchez, A; Cadillo, R. Estudio de discromatopsia en postulantes a la Marina de Guerra del Perú. Bol. Soc. Peru. Med. Interna 1999;12(02):80-4.
  9. Angulo, J. Estudio de discromatopsia en trabajadores del Centro Minero de Cuajone (Tesis para optar el grado de Bachiller en Medicina) Arequipa-Perú: Universidad Nacional de San Agustín, 1986;74.
  10. Netto, A; Aguni, J. Prevalence of dyschromatopsia in taxi drivers of Florianopolis. Rev. bras. oftalmol. 2003;62(7):471-8.
  11. Norm, M. Prevalence of congenital colour blidness among invit in East Greeland. Act Ophthalmol. Scand 1997;75(2):206-9.
  12. Ekert, M; Bujger, Z; Cerouski, B. Early detection of in born dyschromatopsias in presschoolers and young school children. Ophthalmologica 1995;209(5):242-7.
  13. Montes, C; Segura, L. Vitamina A. En: Consumo de Alimentos en el Perú. Segura L. A.B. Prisma, Perú 1997;1-12.
  14. Aguinaga, A; Mesalina, A; De Romaña A. et al. Prevención y Control de Deficiencia de Vitamina A. Ministerio de Salud del Perú. Dirección General de Salud Perú 1999;1:28-42.
  15. Ballew, C; Bowman, B; Sowell, A; Gillespie, C. Serum retinol distributions in residents of the United States: Third National Health and Nutrition Examination Survey, 1988-1994. Am J Clin Nutr 2001;73:586-93.
  16. Sommer, A. La Carencia de Vitamina A y sus Consecuencias. Organización Mundial de la Salud, Ginebra 1995;1-73.
  17. Tershakovec, A; Stallings, V. Nutrición y Transtornos Nutricionales Pediátricos. En: Nelson. Compendio de Pediatría. Berhman R, Kliegman R. Mc Graw-Hill-Interamericana, Madrid 1999;50-82.

 

(*) Médico - Cirujano. Facultad de Medicina Alberto Hurtado. Universidad Peruana Cayetano Heredia.
(**) Médico Asistente del Servicio de Medicina Interna. Hospital Arzobispo Loayza. Profesora Asociada del Departamento de Medicina Facultad de Medicina Alberto Hurtado.
Universidad Peruana Cayetano Heredia.
(***) Médico Asistente del Servicio de Oftalmología, Dpto. de Cirugía. Hospital Arzobispo Loayza.
Profesora Asociada del Departamento de Cirugía. Facultad de Medicina Alberto Hurtado. Universidad Peruana Cayetano Heredia.