La psiquiatría hoy
Distintividad, integralidad, humanismo

Es muy grato para mí, y un privilegio que agradezco, escribir estas palabras introductorias luego de haber leído los interesantes y significativos aportes sobre los avances de la psiquiatría que los distinguidos colegas, doctores Alberto Perales Cabrera, Ricardo Bustamante Quiroz, Pedro Morales Paiva y Héctor Chue Pinche nos ofrecen desde diferentes perspectivas.

El doctor Perales, en sus dos artículos “Avances en psiquiatría” y “Avances recientes”, menciona la paradoja que, a diferencia de los logros en salud biomédica que han elevado el promedio de expectativa de vida, en psiquiatría y en salud mental se han incrementado las tasas de trastornos. Factores emocionales y conductuales participan en la multicausalidad de problemas de salud, destacando la reducida tasa de acceso a la atención médica.

Es relevante lo que comunica sobre los diversos avances en las interacciones entre las variables biológica, psicológica, conductual y social y en diferentes culturas; la integralidad del concepto “salud” supera la dicotomía mente-cuerpo. Se refiere también a la incidencia política de la salud mental que afecta a toda la población y merma el desarrollo y la productividad del país.

Manifiesta, igualmente, que la reforma psiquiátrica se sustenta en la desinstitucionalización, no solo en los medios terapéuticos, sino en intervenciones comunitarias y con la participación de la familia, favoreciendo la recuperación del paciente, en contra de la cronificación del trastorno, ya que anteriormente, la perspectiva se basaba en la ecuación: enfermedad mental = peligro social, a diferencia de la actual: persona enferma mental = derechos humanos.

Las bases biológicas del aprendizaje y memoria no solo producen cambios en la arquitectura neuronal, sino que alteran su expresión genética. Asimismo, los factores sociales pueden ejercer acciones en el cerebro, mediante una retroalimentación que modifica la expresión de los genes. La psicoterapia sería efectiva produciendo cambios estructurales en el comportamiento, continúa sustentando.

Lo fundamental, que comparto, es reconocer que la psiquiatría es la especialidad médica que trata en forma íntima lo más humano del hombre: su psiquis, su mundo interno y su espiritualidad que es profundamente influida por la ética y reforzada por la bioética clínica.

En cuanto a los avances recientes, menciona la estimulación magnética transcraneal (EMT), principio de mutua inducción; la neurocirugía funcional; las intervenciones comunitarias y programas miltidisciplinarios de salud mental con efectos terapéuticos y preventivos; el uso de tecnología computarizada de telecomunicaciones de supervisión en casos de pacientes con residencia alejada de los centros de atención; la importancia de la actividad física; y los nuevos métodos de rehabilitación psiquiátrica.

Sobre el impacto de la especialidad, sustenta el reclamo de una práctica humanizada de la medicina que se encuentra en mayor riesgo de despersonalización, debido a la presión tecnológica; la lucha contra el problema de los seguros que elimina sistemáticamente la consulta psiquiátrica de las listas de atención y atenta contra los derechos humanos de los pacientes; y, por último, la influencia en la ética y humanización de la educación médica.

El doctor Bustamante, en su trabajo “Métodos de diagnóstico en psiquiatría”, considera que esta especialidad carece de definiciones etiológicas y fisiopatológicas; que los trastornos son definidos como síndromes y contempla formas de evitar la subjetividad en el diagnóstico, reconociendo que esto no es posible por la variabilidad de la información obtenida del paciente entre diferentes examinadores.

Menciona que la entrevista ocupa el lugar más importante en la evaluación del paciente. Se refiere luego a la investigación de marcadores biológicos en el estudio de la actividad enzimática, de neurotransmisores y sus receptores, respuestas a pruebas con psicofármacos, actividad neuroendocrina y a la estructura y función cerebral.

Las pruebas neuroendocrinas indican el incremento en la secreción del cortisol en patologías afectivas melancólicas. Se refiere, también, a las imágenes cerebrales de aplicación clínica y de investigación, como la tomografía axial computarizada (TAC) y a estudios de resonancia nuclear magnética (RNM). Los estudios de imagen funcional SPECT, PET y RME ocupan un lugar importante como recurso diagnóstico. En la evaluación neuropsicológica el énfasis recae en la presencia de déficits cognitivos. Actualmente se cuenta con pruebas de exploración neuropsicológica de rápida aplicación, así como evaluaciones por computadora y mapeos de localización funcional de la actividad cerebral.

La contribución significativa del doctor Bustamante sobre la importancia de los factores que válidamente menciona, facilita la comprensión de la trascendencia de la actitud integral en un estudio serio y efectivo del paciente.

El doctor Morales, en su artículo “La psicoteterapia en nuestros días”, manifiesta que el psicoanálisis -matriz de las psicoterapias dinámicas- intenta adaptar sus recursos técnicos a una patología de variables infinitas sin una intervención estandarizada.

Esta afirmación es importante, pues tiene que ver con la distintividad del paciente, del terapeuta y del vínculo; con la subjetividad objetiva de naturaleza empática, la motivación, la alianza terapéutica y la investigación en el proceso y en el seguimiento de los resultados. La teoría psicoanalítica permite un mayor acercamiento a la comprensión de la subjetividad humana.

Menciona la dificultad para precisar los logros terapéuticos de las diferentes orientaciones vigentes, así como una tendencia al uso combinado de recursos propios de una u otra línea teórica y técnica. Los avances de la neurociencia, de la neuroquímica cerebral, de los neurotransmisores están verificando los basamentos de la teoría freudiana y del inconsciente.

Reconoce la importancia de lo genético y su relación con el entorno, el vínculo temprano como activador de los potenciales funcionales del cerebro del bebe.
Es igualmente significativo el abordaje del psicoanálisis y de la psicoterapia psicoanalítica de hoy. La tarea terapéutica consiste en ampliar el saber no solo del paciente acerca de sí mismo sino del analista, junto con una comprensión consciente del significado inconsciente de este contacto, lo que le permite un intento de neutralidad frente al reconocimiento de no ser neutral.

En su valiosa contribución, el doctor Morales, implícita y explícitamente, trasmite la trascendencia del conocimiento contratransferencial del terapeuta, así como del vínculo entre inconsciente y consciente que posibilita la amplitud y efectividad del Yo en el entorno social. Aprecia y favorece el intercambio interdisciplinario en pro del paciente.

Los doctores Chue y Bustamante, en su aporte “La psicofarmacología actual”, consideran que el progreso de las neurociencias permite una mejor comprensión del funcionamiento mental, su representación de las diferentes regiones del cerebro humano y la acción de los medicamentos que facilitan la integración entre la psiquiatría, la neurología, la biología y la investigación. La paradoja es buscar efectos terapéuticos reales y, por otro lado, enfrentarse a la imposibilidad de adquisición de los medicamentos por pacientes de escasos recursos económicos, con la penosa consecuencia del incremento de sus síntomas.

Nos ilustran sobre el avance que constituye el descubrimiento de nuevos usos para diferentes fármacos. Dan precisiones muy valiosas sobre las indicaciones actuales de los ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores del humor. Y, como elemento relevante y esclarecedor, señalan que el tratamiento debe ajustarse al perfil de cada paciente.

El trabajo de nuestros distinguidos colegas muestra claramente que el todo es más que la suma de las partes; que es indispensable tratar al ser humano en su integralidad. Posibilitan al paciente y al terapeuta la aproximación a su esencia, el encuentro con el sentido y significado del ser en la otredad. En síntesis, evidencian su humanismo en un connubio existencial y científico-tecnológico.

Los artículos aportan al conocimiento de los avances psiquiátricos nacionales e internacionales con experiencias peruanas y convocan a los colegas médi- cos a contribuir, desde sus especialidades, en la salud mental e integral de la población, favoreciendo el desarrollo nacional.


Dr. Saúl Peña Kolenkautsky

Académico Asociado de la Academia Nacional de Medicina.