Influenza A/H1N1: problema real o producto mediático?
Aland Bisso Andrade (1)
Hasta el 14 de Octubre del 2009, se registraron 414 945 casos confirmados de Influenza A/H1N1 en todo el mundo, de los cuales habían fallecido poco más de 5 000 (1) mostrando una tasa de letalidad (TL) de 1.2 % (número de muertes/número total de casos por 100). Sin embargo llama la atención que la TL varía de un país a otro, lo cual no hace sino reflejar las diferencias de sistemas que existe entre ellos. Pues, mientras que en países como Brasil y Argentina la TL era de 9,9 y 5,6% respectivamente (promedio de 2,2% en América), en Europa apenas llegó al 0,4%. En el Reino Unido, que cuenta con un servicio de salud público gratuito y con acceso universal, la TL fue tan solo de 0,53% (2,3 veces menor que la tasa global y 18 veces menos que Brasil). En el Perú, hasta el 26 de octubre 2009, se había registrado ya 8305 casos y una TL de 1,7% (143 casos). Los datos sugieren que en aquellos países con sistemas de salud más sólidos, donde se instauraron medidas preventivas tempranamente, tardó más la aparición de la infección y el establecimiento de la transmisión comunitaria del virus. Cabe la posibilidad que en los países latinoamericanos el número total de casos, así como el número de muertes, esté por debajo de las verdaderas cifras debido al subregistro y a las limitaciones de acceso de la población a los servicios de salud, que nos caracteriza. Es probable que en algún momento todos los países reporten casos fatales; sin embargo, la pandemia lleva apenas seis meses y no se conoce del todo su evolución epidemiológica. No sabemos si la virulencia y letalidad del virus seguirán estables o irán en aumento aunque, por su carácter estacional, como ha sucedido en el hemisferio norte, es de esperar que la pandemia amaine. Recordemos que el virus A/H1N1 aislado en México contiene material genético combinado de una cepa de virus de gripe humana, una cepa de virus de gripe aviaria y dos cepas separadas de virus de gripe porcina (2,3); y, por tanto, su grado de mutagenicidad puede resultar impredecible. Me cuesta creer que un virus tan complejo sea el resultado espontáneo de la selección natural y no el producto de la manipulación humana.
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Microfotografía electrónica del virus Influenza |
La gripe estacional posee una tasa de letalidad de 0,1% y cada año reporta de 250 000 a 500 000 muertes en todo el mundo (4). Las características epidemiológicas y clínicas de la actual influenza A/H1N1 hacen suponer que se trata de un miembro más de la familia de la gripe estacional y, por tanto, las medidas de prevención y manejo de la misma deben ser similares a las que se adoptan para los otros tipos de influenza incluso, hacerlas extensivas para todas las infecciones
de vías respiratorias sean virales o bacterianas. Se comete un error cuando todos los esfuerzos de educación y prevención se enfocan solo para evitar el contagio de este nuevo virus. Las autoridades políticas, educativas y sanitarias deberían aprovechar la coyuntura que ofrece esta nueva pandemia para reforzar la prevención de otras las infecciones respiratorias, tales como la neumonía y la tuberculosis.
Los afectados con la influenza A/H1N1 requieren de un manejo similar a cualquier otro caso de gripe estacional (5): deben quedar aislados en su domicilio no menos de 7 días, evitar el contacto con la población de riesgo (menores de 2 años y mayores de 65 años, gestantes, sujetos con obesidad mórbida, portadores de enfermedades cardiovasculares o respiratorias crónicas, diabéticos y todos los inmunodeprimidos). En general, debería recomendarse que todo aquel que padezca de un proceso respiratorio agudo, aunque se trate de un resfrío común, tome medidas elementales como lavarse las manos con frecuencia y llevar una mascarilla en los medios de transporte y en lugares públicos, tal como se realiza en forma corriente, por ejemplo, en Japón, y no dictar medidas por demás inexplicables como suspender las clases, adelantar las vacaciones escolares o ponerle guantes a los empleados del aeropuerto, quienes, más allá de no lavarse las manos durante todo el día, se convierten en transmisores ambulantes de toda clase de patógenos. Es difícil aceptar que un escolar estando de vacaciones no asista al cine, a un parque de diversiones, a un centro comercial, a un concierto de rock o a una simple reunión de amigos. Lo único que se logra con esta medida es sacar al virus del nicho escolar (donde los pacientes y contactos son más fáciles de identificar) a uno o más ambientes concurridos, y con lo cual la transmisión comunita-ria de la nueva influenza quedará plenamente garantizada. Tampoco se pueden crear salas especiales de atención y de hospitalización para estos pacientes ni es prudente recetar oseltamivir a todos los casos sospechosos porque estaríamos condicionando la aparición de más casos de resistencia viral a los ya reportados (6). En todo caso, solo debe administrarse el antiviral a los pacientes hospitalizados y, en especial, a los considerados de alto riesgo. De otro lado, dada la proliferación comunitaria de la infección, ya no es posible indicar la prueba de detección específica (PCR-RT) a todos los casos sospechosos y, en todo caso, se podría solicitar solo en pacientes hospitalizados en quienes sea necesario confirmar el diagnóstico.
Mientras enfrentamos una pandemia en la cual más del 90% de afectados solo requiere reposo domiciliario, líquidos y sintomáticos, y con una tasa de letalidad global de 1,2%, cada año mueren más de un millón por malaria, dos millones por VIH/sida y 30 000 por fiebre amarilla producto de una tasa de letalidad de 20%, entre otras. Particularmente en el Perú, en el mes de mayo pasado, mientras que las portadas de los diarios más importantes daban cuenta que el tercer caso confirmado de influenza A/H1N1 ocurría en una escolar que regresaba de un viaje de promoción a Punta Cana (7), el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud anunciaba la muerte de 119 niños en el sur del país, en lo que iba del año, a causa de infecciones respiratorias y las bajas temperaturas (8).
Vivimos en la era de la imagen y la noticia; mucho mejor si van colgadas de algún programa que vende publicidad y quiere rating. La prensa hablada y escrita ofrece información por demás desproporcionada tal como ha sucedido con el manejo de las noticias referentes a la pandemia por la influenza A/H1N1. Hoy en día, el conflicto del Medio Oriente, la hambruna africana, el calentamiento global, los misiles coreanos, la crisis financiera, las víctimas del frío en Puno, los asesinados en Bagua y el incremento de casos de tuberculosis multidrogorresistente ya no son noticia y todas juntas no ocupan más de media columna o tres minutos de información, frente a los metros de redacción y horas de programas que ocupan las noticias de la página roja farandulera, los líos del fútbol peruano y los destapes del Congreso, entre otros.
Bibliografia
- Influenza A H1N1. (Inform). URL disponible en: http://www.sld.cu/sitios/influenzaporcina/
- Babakir-Mina M, et al. Origin of the 2009 Mexico influenza virus: a comparative phylogenetic analysis of the principal external antigens and matrix protein. Arch Virol 2009 July 7 (published online).
- Smith, Gavin J D.et al. Origins and evolutionary genomics of the 2009 swine-origin H1N1 influenza A epidemic. Nature 2009;459(7250):1122-1127.
- World Health Organization.Influenza. URL disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/2003/fs211/en/ (Fecha de acceso: 25-07-09).
- Guía de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento de la Influenza A (H1N1). Publicada por RM 326-2009. Ministerio de Salud, Lima, 2009.
- Lackenby A. et al. Emergence of resistance to oseltamivir among influenza A (H1N1) viruses in Europe. Eurosurveillance Jan-Mar 2008;13: issues 1–3. URL disponible en: www.eurosurveillance.org (Fecha de acceso: 25-07-09).
- Diario El Comercio. Miércoles 20 de mayo, 2009. Año 170. Nº 86.774
- Diario El Comercio.Sábado 23 de mayo, 2009. Año 170. Nº 86.777. Sección A-21.
1 Médico Internista de la UCI del Hospital Central PNP de Lima. Miembro Titular de la Sociedad Peruana de Medicina Interna. |