El abordaje integral en el tratamiento de las adicciones

En las adicciones químicas (alcohol, derivados de la coca y marihuana), que es el tema del Simposio del presente número de “DIAGNÓSTICO”, para la comprensión de su aparición como de su tratamiento debe considerarse el enfoque de los factores biológicos, psicológicos y sociales. Esto es, el afronte no es lineal sino multifactorial en un problema que causa deterioro personal, laboral y familiar. Por extensión, debería tenerse en cuenta los factores ecológicos en general.

En la denominada Década del Cerebro, y posteriormente, se han hecho extraordinarios avances en neurociencias y la revolución molecular permite una mejor comprensión de la biología de las adicciones. Los factores psicológicos personales, desarrollados a lo largo de la vida y producto de las relaciones interpersonales juegan un rol importante.

LLos factores sociales intervienen generando cambios en los grupos humanos que sufren el impacto de la explosión urbana con sus consecuencias en los modos de vida, incluyendo la repercusión del alargamiento de la jornada laboral y la disminución del tiempo en el ámbito de la familia.

El complejo problema de las adicciones es tratado por los expositores del simposio en forma amplia resaltando datos de los hallazgos bioquímicos y la propuesta de intervenciones psicoterapéuticas y mencionan la necesidad de modelos mejorados que sean efectivos y que prevengan las recaídas, fenóme-no este habitual en la drogadicción.

Desde la biología, se emplearon métodos y productos aversivos y sustancias antagonistas. En la actualidad, el empleo de psicofármacos ha sido cambiante en razón de resultados parciales o de la aparición de nuevas promesas. Es obvio que hay que utilizar fármacos que actúan sobre el cerebro con la intención de controlar o modificar síntomas y conductas. Aquí, surge la controversia entre monoterapia y terapia múltiple (que se considera, por ejemplo, en el tratamiento de la depresión), y la utilición de medicamentos para las afecciones mentales comórbidas y los problemas somáticos.

La psicoterapia es acompañante mandatario en el tratamiento holístico de las adicciones. Se emplean diversos enfoques que en manos de sus cultores son efectivos por su experiencia y dominio. La terapia cognitivo conductual es considerada de manera preferente en algunos modelos con la finalidad de conseguir la abstinencia que debe ser total y permanente y no solo de control de daños, modificar conductas y permitir la réplica para investigaciones. Los profesionales que se dedican a esta especialidad deberán dominarla.

La familia tiene que ser considerada para su involucramiento en el proceso, por su participación y sufrimiento, y hay que cuidar y cuidarse del coadicto, esto es, el familiar que mantiene la conducta disfuncional del paciente. Los factores socioculturales como la explosión urbana, las migraciones, etc., tienen injerencia variable.

En cuanto a régimen de tratamiento puede ser ambulatorio o en internamiento. Hay quienes propugnan estancias breves, pero en los casos crónicos se plantean los internamientos de largo plazo de 1 año o más. De otro lado, como las recaídas son frecuentes se ha ideado intervenciones para su prevención. Los estudios de seguimiento deberían hacerse a 1, 3 y 5 años para evaluar la recuperación.

El proceso de tratamiento y rehabilitación es complicado y complejo, hay que tener tolerancia a la frustración pues los éxitos bordean el 50% o menos. El médico basa su intervención en su inclinación, en su competencia, en su liderazgo y sabe que aquí su función es, por decirlo de algún modo, paradojal; habitualmente da drogas para curar, aquí tiene que luchar para retirar drogas.

Dr. Elard Sánchez Tejada
Profesor Principal de Psiquiatría de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Ex-director del Centro
de Rehabilitación de Farmacodependientes de Ñaña.